
Hace 45 años que Christina Rosenvinge (Madrid, 1964) empezó su andadura en la música. Un viaje que la ha llevado de cantante y cantautora y referente del pop/rock, al indie y ahora a completar los versos milenarios de Safo y ponerles música. Se titula Los versos sáficos, un proyecto artístico multidisciplinar exitoso y original que funde sus diferentes facetas, de la composición y la canción al teatro. Una de las protagonistas de la música en España en el último medio siglo fue la invitada al ciclo Conversaciones polares en Ámbito Cultural de El Corte Inglés, de Callao, en Madrid.
La cantautora, actriz y escritora, de origen danés, empezó en el mundo de la música cuando tenía 16 años. Fue en 1980 con la banda Ella y Los neumáticos, siguió con Magia Blanca, luego con Alex & Christina, después, en 1992, con Christina y Los subterráneos cuando publicó Que me parta un rayo, y en 1997 debutó en solitario con el álbum Cerrado. Ya van once discos y varias colaboraciones. En una conversación con Gonzalo Escarpa, poeta y gestor cultural, Christina Rosenvinge, premio Nacional de las Músicas Actuales 2018, da claves de su manera de asumir la música, su trayectoria y cómo ha dado su versión de la gran Safo:
Origen y destino
Últimamente estoy con el: “Y si…”. Por ejemplo: Y si mis padres no hubieran migrado a España, en 1954, qué habría pasado. Sería como una vendedora de quesos. Probablemente, si hubiera nacido allí la palabra y la música también me habrían llamado. Sobre todo, porque últimamente he descubierto que ha habido otras compositoras en mi familia. Pero hubo un accidente: aprendí como mi lengua primera el español y no el danés, y eso ha determinado mi destino.
Dimensión bailarina
Estuve más de doce años estudiando danza, pero no era un futuro posible porque no era buena en eso. Muchas veces tu desino nace de un fracaso. En este caso como bailarina no tenía ni flexibilidad ni fuerza; tenía toda la actitud, pero no las cualidades físicas que hay que tener para bailar. Fue mi primera frustración. Muchas veces tus defectos te llevan a tu destino y al principio cual es.
Creación y musas
La creación es una cosa muy caprichosa. Los griegos hablaban de las musas. Y tienes que prepararte, estudiar, tener toda la predisposición…Días y días y llega algo mediocre y en medio de eso una pepita de oro. Es tan caprichoso que entiendo que se pueda atribuir esta magia a unos espiritus que deciden ponerte a tu lado o no.
Safo
Ella era una celebridad en la Grecia clásica hasta el punto de que su cara estaba impresa en monedas.
Los Versos Sáficos
Escribí una canción inspirada en La metamorfosis, de Ovidio y de esa adaptación nació la idea de la cual me encargaron este proyecto. Me dieron total libertad. Propuse asumir yo la dirección musical. Una dramaturga, María Folguera, y una directora, Marta Pazos. Mi parte, que era para mí el concepto, era devolverle la música a los poemas de Safo. Estamos acostumbrados a leerlos como a cualquier otro poeta. La verdad es que no era una poeta de la intimidad. Su poesía no nació para ser escrita ni para ser leída, era de forma oral, siglo VII antes de Cristo. Estudié para ver si hacía un guiño a esa época, pero no hay nada, no se sabe cómo sonaba esa música. Se sabe que era monotonal, no polifónica; se basaba más en las escalas que en las tonalidades. Me olvidé de eso y pensé cómo sonaría una cantautora de lo que ahora llamamos música pop, que es todo un abanico muy amplió. Empecé a jugar. Es un disco muy diferente a lo que he hecho antes. Hay una unidad en las letras, pero estilos variados, de rock electrónico a folk o pop clásico.
Se trata de una adaptación libre, porque los versos de Safo son incompletos, menos en el Himno a Afrodita que no se podía tocar porque es el único poema íntegro y había que respetar la estrofa sáfica.
Afrodita
Afrodita no es la diosa del amor, es la diosa del deseo. Lo que a ella le gusta es provocar el deseo del cuerpo.
¿Melodía o letra?
La fonética determina muchísimo lo que dices en un verso, si te entra o no. Si escribes una canción y tienes una melodía maravillosa no puedes escribir lo que quieras encima de la melodía; puedes escribir lo que suena bien. La melodía, al final, te dirige y te ordena lo que tienes que escribir. Y, muchas veces, es muy frustrante esto.
Mi palabra favorita
Mi palabra favorita es puta, me encanta; cabrón no está mal. Esto ya lo decía mi padre: la sonoridad de las palabras en español es una maravilla. Cuando hubo esta corriente de que no se podía decir puta, pensaba ¿y por qué no? Es una palabra de múltiples significados que van mucho más allá de su origen primero. Además, es una palabra que se ha dignificado y con una sonoridad fabulosísima.
Debut. Cuadernos y canciones
No es un cancionero. Es un artefacto literario donde hay unos textos que encuadran unas letras y se puede leer como un relato. Mi idea era que lo pudiera leer, incluso, gente a la que no le gustara mi música, sino que funcionara de manera autónoma, como otro experimento literario.
Un letrista en la RAE
Alguna vez he propuesto que debería haber letristas en la Real Academia Española, pero no yo, que vaya otro.