La curiosidad, el asombro, la expectación. Las dudas y preguntas que generan más preguntas y más dudas. Por todo ello se ven envueltos, en esta era de la inteligencia artificial, los creadores artísticos. Y todo ello, y mucho más, forma parte de nuestro nuevo ciclo El presente artificial, coordinado por Marta Peirano, periodista y escritora experta en tecnologías informáticas y de vanguardia.
Sobre este tema debatieron el escritor Lorenzo Silva, la autora y artista Alicia Kopf y el directivo editorial del Grupo Planeta, Jesús Badenes. En esta primera entrega, en la sala Callao de Ámbito Cultural, de El Corte Inglés, de Madrid, se abordó un debate y se compartieron reflexiones a partir de la pregunta: ¿Escribirá una IA el próximo best seller?
Si se utiliza la IA para escribir una novela, ¿quién es el autor?
Lorenzo Silva. Cuando se habla de la inteligencia artificial para la creación literaria o para sustituir determinadas actividades humanas, partimos de la premisa de que esa herramienta nos va a ahorrar algún tipo de labor penosa. Pero yo llevo cuarenta años escribiendo novelas. En esa escritura yo no encuentro penosidad alguna, encuentro algunas dificultades que, hasta te diría, que me es satisfactorio identificar, enfrentar y vencer. Si tú le pides a una IA que elabore parte de esa labor, estarás abdicando, en mayor o menor medida, no solo del placer de escribir, sino también de la autoría. Y si se utilizan trozos o soluciones de otro escritor el autor sería este.
Alicia Kopf. Hay que definir qué es un autor o una autora. No es solamente quien se hace cargo o es responsable de un texto, sino que su función es generar una comunidad de afectos. Esto dice mucho de qué pasa cuando no hay un cuerpo afectivo detrás de quien produce este texto.
La inteligencia artificial es una nube que resulta que está bajo tierra uniendo recursos con datos generados por humanos, con criterios extremadamente sesgados, según la ideología. Este es el marco. Ahora, ¿qué es natural y qué es artificial con base en lo que es un autor? Para empezar, el lenguaje es artificialísimo y los humanos, desde que descubrimos el fuego, somos un producto de muchos procesos artificiosos. Por lo tanto, la división natural artificial es una falacia. Pero nos sirve para entender cosas y para entender internet, en tanto que es una dimensión inmaterial. Para mí, un autor en la era digital que trabaja con inteligencia artificial, no es el que hace el libro con inteligencia artificial, como una especie de fraude que es refrito de lo que hay.
Jesús Badenes. El autor es el que diga la ley. Ese es el problema, tenemos muchas herramientas y no tenemos normas para utilizarlas. Cuando un escritor se enfrentaba a su propia novela hace unos cuantos años, utilizaba enciclopedias y nadie dudaba de que la obra era suya, porque la intervención de los datos utilizados eran pocos. Posteriormente, esas enciclopedias fueron sustituidas en la era de internet por Wikipedia. Tampoco dudamos sobre la autoría. ¿Pasará lo mismo con la inteligencia artificial? Probablemente. Estoy de acuerdo con Lorenzo en que, si un autor utiliza pasajes de otro, esa parte no será atribuible a él. Creo que la autoría va a ser del autor. Y espero que nadie utilice la inteligencia artificial generativa para hacer el 90, el 80 o el 70 por ciento de su libro, porque entonces no tendrá ninguna gracia y, probablemente, pocos lectores lo seguirán. La inteligencia artificial generativa será un elemento adicional, complementario, pero no sustitutivo del talento y de la creación intelectual de los autores.
¿Modificará la IA la estructura de una novela como ha hecho Spotify con la composición de canciones como consecuencia de su modelo de negocio?
Jesús Badenes. La IA no es lo que va a producir el cambio, sino que son los modelos digitales que tenemos. En España los formatos digitales no están cambiando la forma de leer y de comprar libro. Las personas de entre 14 y 24 años leen mucho más que la media. El cambio que se está produciendo tiene que ver con el cambio en la experiencia lectora. Y en eso sí ha tenido mucho que ver las redes sociales, en términos de hábitos, porque hacen que las personas jóvenes y las no tan jóvenes se sientan propietarios de un libro, lo quieran presentar a su comunidad de amigos, lo quieran comentar, y tienen una relación con el libro más allá de la propia lectura, y tiene que ver también como un elemento que le sirve para integrarse en una comunidad.
El cambio que tendrá la inteligencia artificial será más en la creación de contenidos o en la disposición de contenidos para la creación. Al final, son bases de datos relacionales, o sea, la famosa inteligencia artificial no es inteligencia artificial, igual que el Deep Blue que derrotó a Kasparov, tampoco era un gran jugador de ajedrez, era un procesador automático de muchísimas jugadas. Se demostró que la capacidad de procesamiento de una máquina es muy superior a la de un individuo, pero no de la creatividad.
Alicia Kopf. Hay una distinción entre texto y voz. Los lectores buscamos una voz, no buscamos un texto. Una IA vía generativa da texto, pero no tiene ninguna voz. Puede tener unos marcos determinados. Por ejemplo, ChatGPT nos va a validar y va a continuar con una especie de texto sintético y con puntos. Esto es texto generativo. Luego hay una voz narrativa, y una voz es el producto de experiencias de toda una vida de estudio, una vida o una etapa formativa importante. Es un destilado extremadamente complejo y humano. El libro es una maravilla, es un lugar de intimidad. Yo leo libros para encontrar voces, no textos generativos. Ahora, si usamos todos estos cuerpos nuevos, sean redes, sean en bots, de modo creativo, siendo extremadamente críticos, ahí hay un filón. Es una oportunidad maravillosa para jugar para quien tenga creatividad, para quien no, la IA le hace un trabajo de asistente.
Lorenzo Silva. Lo que ocurre es que también los juegos tienen más o menos interés en función del jugador.
Próxima entrega: Propiedad intelectual y creatividad en la era de la IA.