En Jerez a fínales del siglo XIX el vermut no se hacía con un vino cualquiera, sino con fino. Una tradición que Bodegas Lustau ha recuperado elaborando su vermut rojo con un amontillado seco y con carácter y un Pedro Ximénez dulce y sedoso, y el blanco con fino (seco, mineral y almendrado) y el moscatel (dulce, floral y cítrico). A ellos suma nueve botánicos y plantas aromáticas (ajenjo, genciana, mejorana, tomillo, salvia…) macerados por separado para obtener una mejor extracción. Ligero y refrescante, posee un final amargo en el que se imponen las notas del fino. Prueba los dos con hielo, añadiendo al rojo piel de naranja y al blanco, una aceituna. Y olé la gracia andaluza.
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