Una vez el bacalao está en su punto de desalado, cortar pequeñas tiras, con las manos o con un cuchillo afilado. Las reservamos en agua. (También podéis usar migas de bacalao troceándolas cuando estén desaladas).
Pelar las patatas y las cortar en rodajas como para preparar una tortilla de patata y las freír ligeramente sin que se lleguen a dorar porque se terminarán en el horno. Colocar las patatas en la base de una fuente amplia. Picar en juliana media cebolla y mientras se pocha a fuego lento, cocer los trozos del bacalao en la leche durante dos o tres minutos.
Después mezclar las tiras de bacalao con la cebolla colocarlas sobre las patatas en la fuente. Preparar una bechamel muy ligera con la mantequilla, la harina y la leche de cocer el bacalao, añadiendo más leche si fuera necesario.
Cuando esté, añadir a la fuente dejando que se reparta entre los huecos y que cubra las patatas. Hornear a 190º durante quince minutos y después gratinar hasta que se tueste la capa superior.
Degustación
Servir advirtiendo a los comensales que puede estar muy caliente ya que las patatas conservan mucho la temperatura.
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