Es un pescado utilizado para hacer innumerables recetas. Su carne es rica en proteínas de alto valor biológico y, además, nos aporta una amplia variedad de minerales y vitaminas, tal y como te explicamos en estos consejos de Marta Verona, entre las que destacan las del grupo B, principalmente las B1, B2, B6 y B9. Todas ellas poseen importantes funciones y permiten el aprovechamiento de los nutrientes energéticos, es decir, de los hidratos de carbono, grasas y proteínas.
Además de su excelente sabor y sus grandes posibilidades culinarias, es importante saber que una única porción de 250 g de bacalao fresco cubre el 50% de la cantidad diaria necesaria de Omega 3, tan beneficioso para la salud.
En Noruega es muy habitual hervirlo o guisarlo y presentarlo con una sencilla guarnición de patatas al vapor y mantequilla fundida, y regado con vino tinto. En nuestro país lo puedes degustar de mil maneras diferentes. En recetas más tradicionales, como a la vizcaína, al pilpil o encebollado, hasta en preparaciones más innovadoras o sorprendentes como en carpaccios, ensaladas, exqueixadas…
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