Lavar bajo el chorro de agua fría las hojas de rúcula. Centrifugarlas y secarlas con papel de cocina. Cortar el queso parmesano en láminas finas con un cortaquesos. Poner el vinagre en un cacito y calentar a fuego medio hasta que se reduzca a la mitad. Dejar enfriar y añadir el aceite, la sal y la pimienta; batir hasta conseguir una mezcla que esté emulsionada. Separar las lonchas de carpaccio, sazonarlas con un poquito de pimienta y rellenarlas con rúcula (ligeramente sazonada con vinagreta) y con unas lascas de queso. Enrollar, sujetar con unos palillos y servir con la vinagreta en un bol aparte. Espolvorear el conjunto con unas vueltas del molinillo de pimienta. Antes de servir, meter de nuevo en el frigorífico unos minutos para que a la hora de comerlo esté bien frío.
Un plato equilibrado
La combinación de la carne de ternera con el queso aporta proteínas de excelente calidad y la rúcula proporciona fibra y vitaminas. Complétalo poniendo las banderillas sobre unas rebanadas de pan integral y conseguirás los hidratos de carbono que le faltan al plato. Así lo puedes convertir en una comida completa y saludable.
Más rico si es casero
Para hacer un carpaccio de carne en tu casa compra un trozo de solomillo de ternera de calidad. Mete la carne en el congelador (2 horas) para que puedas cortarlo en láminas muy finas, casi transparentes. Salpimienta las lonchas y adereza como desees. Deja unos minutos para que se fijen los sabores y sirve.
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