El brandy, aguardiente obtenido a través de la destilación de vino, es una bebida que está relacionada con Jerez desde hace siglos. Quizás porque su intenso sabor nunca pasa de moda.
Estamos acostumbrados a asociar la copa de brandy con el café pero hay vida más allá de esta combinación clásica. Las últimas tendencias gastronómicas abogan por maridarlo con distintos tipos de queso. Mejor si son untuosos, cremosos y de larga maduración, ya que potencian el sabor del brandy.
Existen varios tipos de brandys (palabra procedente del holandés "brandewijn") en el mundo, pero el de Jerez es único porque para producirlo, el tonel empleado tiene que haberse usado anteriormente para envejecer vino de Jerez, lo que le da un sabor diferenciador e inimitable. El roble americano, que marca el aroma de la bebida, y el tradicional sistema de envejecimiento de criaderas y soleras también son características de brandys legendarios como Gran Duque de Alba, Lepanto, Magno, Fernando de Castilla o Carlos III.
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