Si elegimos bacalao salado, empezaremos desalándolo sumergiéndolo en agua fría al menos dos días antes. Según lo grandes que sean los trozos de bacalao podemos tenerlos en remojo tres días. Debemos cambiar el agua tres o cuatro veces. Si elegimos bacalao fresco nos saltamos este paso.
Metemos el bacalao en el congelador, bien envuelto en una bolsa de congelar para que no se reseque, al menos una hora. Así se endurecerá y será más fácil cortarlo.
Mientras, rallamos los tomates y los repartimos sobre la bandeja en la que vayamos a servir el carpaccio. La capa de tomate será la base de nuestra receta. Sacamos el bacalao del congelador y lo cortamos en lonchas con un cuchillo afilado o un corta fiambres, lo más finamente que podamos.
Distribuimos las lonchas de bacalao sobre el tomate. Regamos generosamente con aceite de oliva y espolvoreamos con orégano. Por último, repartimos por encima las alcaparras y las aceitunas negras.
Puedes servir esta receta de carpaccio de bacalao como un entrante más de una comida familiar, pero perfectamente podría ser un plato principal, junto a una ensalada.
Puedes encontrar todos los ingredientes para esta y otras recetas en el Supermercado de El Corte Inglés. Todos los productos que necesitas para tu cesta de la compra, incluyendo una gran variedad de frescos.
Habla ahora…