Si hay dos bebidas que no necesitan carta de presentación y son sinónimo de elegancia, esas son sin duda el cava y el champagne. Los perfectos anfitriones de las fiestas más importantes.
Una bebida mágica
Descorcha una botella de cava o champagne, sírvete una copa y descubre las mil sensaciones que te aportan estas burbujeantes bebidas.
Recuerda que cada tipo ofrece un aroma, un color y unas sensaciones diferentes. Y es que, aunque ambos comparten el mismo método de elaboración, los distintos tipos de uva utilizados en la elaboración de uno y de otro, y el clima de la zona hacen que tengan unas características únicas. Por eso no es de extrañar que tengan un lugar privilegiado entre los vinos espumosos. Brut, brut Nature,secos o semisecos, lo importante es elegir el que mejor maride con el plato elegido. Déjalo enfriar durante unas horas en el frigorífico o en una cubitera y sírvelo a una temperatura de entre 5 y 8ºC. Para apreciar todos sus ricos matices lo mejor es optar por una copa de tulipa o la tradicional aflautada. Con ellas podrás disfrutar de todo su aroma y sensualidad.
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