Cintas de beicon y guisantes

Cocer los guisantes en una cazuela con agua hirviendo, durante 10 minutos aproximadamente. Dejar escurrir y reservar. Cortar el beicon en dados de un tamaño mediano. Saltearlos a fuego vivo en una sartén sin grasa, hasta que estén ligeramente dorados por todos los lados. Retirarlos de la sartén y dejarlos escurrir sobre papel absorbente.

Cocer la pasta en abundante agua con sal durante 12 o 15 minutos, debe quedar al dente. Escurrir y reservar. Calentar el aceite en una sartén y agregar los guisantes, el beicon y el queso rallado. Salpimentar al gusto e incorporar las cintas bien escurridas, la menta picada y el orégano.

Mezclar muy bien removiendo, preferiblemente, con una cuchara de madera. Servir inmediatamente con el queso parmesano restante recién cortado en láminas muy finas y repartido por encima. Un consejo. Tener un trozo de queso parmesano de reserva en el frigorífico (se conserva en perfectas condiciones durante bastante tiempo) es una idea fantástica ya que, cuando se necesite, estará listo para rallarse o cortarse en lascas según indique la receta que vayamos a preparar.

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