Los cítricos son espectaculares para comer de forma natural, en zumo y en recetas dulces y saladas. Además, nos aportan muchos beneficios para nuestra salud y son un importante aliado para mantener los niveles de vitamina C. Ahora, en invierno, están en su mejor momento.
Naranja, clementina, limón, lima, pomelo... Son una delicia para nuestros sentidos y un activo para nuestra salud. Se caracterizan por su sabor ácido, por la presencia de aceites esenciales en sus pieles y por tener ácido cítrico en su pulpa. Además, son ricos en vitamina C y en compuestos bioactivos (sustancias a las que se le atribuyen funciones favorables para el organismo). De los cítricos se aprovecha el zumo, la pulpa y la piel. Los encontramos en todo tipo de platos, dulces y salados: macedonias, ensaladas, mermeladas, aliños, combinados, zumos... Cortados en pedacitos, en rodajas grandes... Déjate envolver por su perfume único que seduce al paladar en un solo bocado.
Mandarinada
Como la clásica limonada, pero con mandarina, empieza el día con buen pie con un energizante zumo de este delicioso cítrico. Puedes rematarlo con una hojas de hierbabuena que le aportanun grato frescor.
¿Quién ha dicho que la naranja solo se puede tomar de postre? Prueba a prepararla en una rica ensalada como entrante. Córtala en finas rodajas y adereza con cebolla morada, aceitunas y brotes tiernos. Salpimenta y listo. Y si añades bacalao salado y huevo duro tendrás en tu mesa un maravilloso remojón andaluz.
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