Si vas a comprar aguacates no debe impotarte mucho que su piel sea verde y lisa o que tenga un verde más oscuro y su aspecto sea rugoso. Esto sólo indica la procedencia del fruto. Lo que sí has de tener en cuenta es que estén en su punto. Si son duros al tacto, será muy raro que maduren bien en casa. Por el contrario, si están demasiados blandos, no se podrán comer.