El postre estrella del verano se puede disfrutar de tantas maneras que parece imposible no caer rendido a sus encantos. Paladares de grandes y pequeños se derriten ante tanta frescura y solo, tras una buena cucharada de tu sabor favorito, el calor se soporta mejor.
Tanto si eres de los que siempre tienen una tarrina de su helado favorita en el frigorífico, como si te has animado a seguir alguna de nuestras recetas para hacer helado en casa, ten en cuenta estas ideas de presentación para que, al servirlo en la mesa, ¡luzca más! ¿Preparado para tu momento de placer?
Ya sea en copas, platos, jarras, vasos… Es aconsejable meter la vajilla seleccionada en el congelador al menos 15 minutos antes de servir, así evitaremos que el helado pierda su forma cuando se lleve a la mesa. Aprovecha ese momento para sacar el helado del congelador y meterlo en el frigorífico, después te resultará más fácil manipularlo.
Lo ideal es tener una cuchara dispensadora de helado en acero inoxidable ya que su sencillo mecanismo permite moldear una bola de helado perfecta. Antes de coger el helado, coloca la cuchara en un vaso con agua tibia, y mételo dos minutos en el congelador. Esto evitará que el helado se pegue a la cuchara y se pueda deslizar mucho mejor.
Este término culinario francés se refiere a una manera de presentar los alimentos con una forma redondeada parecida a las croquetas. Para conseguir esa forma, el helado se suele moldear cuidadosamente con dos cucharas. Es una técnica para la que se necesita cierta práctica, una cuchara honda, estrecha y ligeramente templada, pero con su presentación lograrás darle al emplatado ¡un toque muy elegante!
Añadiendo algunos ingredientes extra al helado conseguiremos intensificar el sabor y que la experiencia sea aún más deliciosa. Uno de los toppings más deseados, el chocolate, se puede añadir en forma de sirope y decorar el plato dibujando unas líneas, con chips de chocolate o virutas para darle otra textura.
Los frutos secos (almendras, cacahuetes, avellanas y nueces) aportan ese toque crujiente al helado y puedes añadirlos tal cual o cortarlos y tostarlos. La fruta fresca en trocitos le da un punto de color al helado y aporta más sabor.
Para acompañar los bizcochos, obleas, galletas, barquillos, y cucuruchos son perfectos, tanto a modo decorativo como triturados y espolvoreados por encima. Y por último, la guinda final: nata, confeti de colores, nubes de colores, palitos de chocolate… ¡Imaginación al poder!
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