Más allá del probado equilibrio de nutrientes, de las sabias combinaciones de ingredientes y sabores, del acierto de recetas que han sabido evolucionar a lo largo de los siglos y de presentaciones tan sugerentes como apetitosas, la Dieta Mediterránea es una auténtica manifestación cultural, una manera de entender la comida y una forma de vivir común a los pueblos que rodean el Mare Nostrum. Merece la pena conocer por qué triunfa (y se envidia) en el resto del planeta.
El aceite de oliva virgen extra es la estrella indiscutible de la dieta mediterránea. Mucho más saludable que las grasas animales y que el resto de aceites vegetales, es un ingrediente fundamental de la mayoría de nuestros platos. En nuestro Supermercado puedes elegir entre una amplia variedad de marcas, orígenes y variedades, como éstos de Núñez de Prado, K Argiñano, Oleoestepa y Fuenroble, que le aportan un toque inconfundible a todos los platos. Para completarlo, utiliza saborizantes naturales, como el ajo y la guindilla, o especias, como el pimentón de La Vera La Chinata, un sazonador de paella, como el de Safrina, o un buen vinagre de Jerez, como éste de Romate.
La Dieta Mediterránea combina muy bien con el slow food, esa tendencia culinaria que aboga por las largas comidas, disfrutando intensamente del sabor de los platos y del placer de las charlas en buena compañía. Pero, si en el día a día no tienes tanto tiempo para cocinar, no te preocupes: las conservas vegetales, como el maíz Gigante Verde, los pimientos del Piquillo Lodosa o los espárragos Carretilla son una opción sana y deliciosa para empezar el menú con una ensalada o un entrante frío. La ventaja es que conservan sus propiedades nutricionales y están ya cocinadas, listas para degustar.
Para acompañar, ¿puede haber algo más sano que el agua mineral? Una buena opción son las aguas envasadas para El Corte Inglés, marca Montepinos, procedentes del manantial de Almazán, y Landín, ésta de mineralización muy débil.
Son algunas de nuestras verduras y hortalizas más deliciosas: pochas, cardo y alcachofas. Como éstas, de Gutarra, ideales para preparar a la sartén, salteadas con aceite de oliva, ajo, jamón curado y un poco de sal. Puedes acompañarlas de pasta cocida y tomate frito envasado, como el de Hida, convirtiéndolas así en un completísimo plato, rico en vitaminas, minerales, hidratos de carbono y fibra.
Según nuestras recetas más tradicionales o en nuevas y originales preparaciones, las legumbres son una de las bases de la Dieta Mediterránea y de otras muchas cocinas del planeta. Ya cocidas, como los garbanzos de La Asturiana o en crudo como las alubias y garbanzos de esa misma marca o los de Vegas Bañezanas, las legumbres suponen una gran fuente de energía, proteínas y fibra, pero con la ventaja de tener muy pocas grasas.
Los productos lácteos son uno de los capítulos importantes que deben figurar en toda dieta, incluida la Mediterránea, claro. A través de ellos nuestro organismo repone proteínas, calcio y otros minerales. Y, sin duda, los quesos, en sus múltiples variedades, formas, tamaños y sabores, son uno de los productos lácteos más deliciosos. No deben faltar en nuestra despensa.
Sobre todo los extraídos de la leche de oveja, con sus característicos matices de sabor, como éstos de las marcas Pok, Gran Capitán y Campo Real, que puedes adquirir en nuestro Supermercado. Y también muy mediterráneos son los productos de charcutería, que suponen un importante aporte de proteínas y, por tanto, de energía. Desde nuestros embutidos de bellota ibéricos, al jamón cocido, pasando por embutidos tan suculentos como la butifarra, el fuet, el chorizo y el salchichón, o una delicia tan particular como la cecina.
Y recuerda que puedes disfrutar de todas las ventajas que te ofrece el Supermercado online de El Corte Inglés. Encuentra todos los ingredientes que necesitas en su gran selección de productos y marcas.
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