Un legado de tradición y calidad
La Denominación de Origen Rioja es una de las más prestigiosas y reconocidas del mundo vitivinícola. Situada en el norte de España, esta región se extiende a lo largo del río Ebro, abarcando partes de las provincias de La Rioja, Álava y Navarra. Desde su establecimiento en 1925, Rioja ha sido sinónimo de calidad y tradición en la producción de vino. Se convierte de Denominación de Origen Calificada en 1.991.
La diversidad de climas y suelos en la región permite la producción de una amplia variedad de vinos, principalmente tintos, aunque también se elaboran blancos y rosados.La diversidad de climas y suelos en la región permite la producción de una amplia variedad de vinos, principalmente tintos, aunque también se elaboran blancos y rosados. Las variedades de uva más destacadas son el Tempranillo, Garnacha, Graciano y Mazuelo para los tintos, y Viura, Garnacha blanca y Malvasía para los blancos. Cada variedad aporta características únicas al vino, reflejando el terroir de la región.
La producción vitivinícola en Rioja se basa en un profundo respeto por la tradición, con métodos que combinan técnicas antiguas y modernas. Las bodegas de la región no solo se centran en la calidad del vino, sino también en la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente. Esto se traduce en prácticas agrícolas responsables que aseguran la salud del ecosistema.
Además, la Denominación de Origen Rioja ha sabido adaptarse a los cambios del mercado y a las preferencias de los consumidores, explorando nuevas técnicas y estilos de vinificación. La calidad de los vinos de Rioja se ve reflejada en las numerosas medallas y reconocimientos que han recibido en concursos internacionales.
El vino de Rioja no solo es un producto agrícola; es un símbolo de identidad cultural, que invita a la celebración y el disfrute. Las rutas del vino en la región ofrecen experiencias que combinan la degustación de vinos con la rica gastronomía local, creando un atractivo turístico que destaca la belleza del paisaje y la herencia cultural de la zona.
La Denominación de Origen Rioja representa un cruce entre tradición e innovación, donde la pasión por el vino se manifiesta en cada botella. La dedicación de viticultores y bodegueros a la excelencia asegura que Rioja siga siendo un referente en el mundo del vino.
Genéricos: vinos de uno o dos años que conservan sus características primarias de frescor y afrutado.
Crianza: vinos envejecidos al menos dos años, que han permanecido como mínimo un año en barrica de roble.
Reserva: con una crianza mínima entre barrica de roble y botella de tres años, de los cuales, uno, al menos, en barrica seguida y complementada con un envejecimiento mínimo en botella de seis meses.
Gran Reserva: vinos de grandes cosechas criados durante un total de cinco años, con un mínimo de dos en barricas de roble y dos años en botella.
Espumosos: Genérico, Reserva y Gran Añada.
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