El kéfir es uno de los productos lácteos más antiguos que existen, y como muchos otros alimentos se descubrió casi por casualidad. Al norte de las montañas del Cáucaso, los habitantes de la zona almacenaban leche en sus odres de piel de cabra, y descubrieron que tras un tiempo en contacto con el interior del odre, la leche se fermentaba y se convertía en un producto diferente, algo más espeso y de un sabor ligeramente ácido. Consumiéndolo, empezaron a descubrir que se sentían mejor del estómago, y lo llamaron kéfir, que proviene del término turco keif, que se puede traducir como “sentirse bien”.
El kéfir se produce cuando la leche se fermenta a través de levaduras y lactobacilos (bacterias probióticas) formando unos gránulos o nódulos que recuerdan a la forma de la coliflor. El producto resultante de los nódulos del kéfir con la leche, que suele ser de vaca o de cabra (aunque firmas como El Corte Inglés Bio nos presentan uno elaborado con leche de oveja y cabra), es un producto lácteo similar al yogur aunque algo más líquido, con un montón de beneficios para nuestro organismo.
Sus probióticos naturales ayudan a mejorar los trastornos digestivos al equilibrar y regenerar la flora intestinal, a aumentar la respuesta inmunológica o a prevenir las infecciones. También nos ayuda a fortalecer los huesos y es un buen aliado para nuestro corazón, ya que colabora en disminuir la presión arterial y las concentraciones de colesterol malo.
Y es que cada vez encontramos más firmas en la zona de refrigerados de nuestros centros que apuestan por producir kéfir de la mayor calidad. Partiendo de la misma base, podemos encontrar kéfir de leche de cabra, como los que nos traen Yaranza, El Corte Inglés o El Cantero de Letur, que está especializado en productos lácteos de cultivo ecológico, al igual que Casa Grande de Xanceda. También los podemos encontrar con una mezcla de frutas, como el mango de Activia, los arándanos de Yaranza o los cítricos de Casa Grande de Xanceda. Puedes elegir entre texturas más cremosas, para tomar con cuchara, o más líquidos, que puedes beber directamente. Y si quieres cuidar la línea, también dispones de kéfir 0% materia grasa, como el de Pastoret, o los elaborados con leche desnatada como el de El Corte Inglés Bio o el de El Cantero de Letur.
Puedes tomar kéfir a todas horas, desde el desayuno o como una cena ligera, y puedes consumirlo solo o servido en un bol con cereales o frutas. Su sabor tan particular te atrapará, y sus ventajas te ayudarán a sentirte más ligero. Comprueba por qué lleva milenios ayudando a que tante gente se sienta bien.
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