Todo un clásico de la Navidad, el roscón de Reyes no puede faltar el 6 de enero. El Club del Gourmet de El Corte Inglés ofrece este año nuevas y exclusivas variedades como el de tiramisú.
Del obrador emanan aromas a miel, azahar, ron, mantequilla… Los maestros pasteleros del Club del Gourmet en El Corte Inglés preparan con todo mimo y cuidado cada uno de los roscones que presidirán la celebración del Día de Reyes siguiendo la receta tradicional, aunque con propuestas innovadoras. El postre que pone el colofón a las fi estas navideñas se elabora con unos ingredientes muy sencillos: harina, mantequilla, huevos, nata... Y la receta se ha transmitido de generación en generación desde hace siglos. Entonces ¿qué diferencia a nuestros roscones del resto? El secreto está en la utilización de materias primas de primera calidad, que se enriquecen con ron, miel de mil flores y agua de azahar… todo natural. Y, sobre todo, en un proceso de fermentación muy lento de la masa, de un día y medio, con el que se consigue un bizcocho esponjoso y de sabor intenso, que por sí solo ya resulta exquisito. Para preparar este dulce con sorpresa, primero hay que formar la masa madre. Cuando alcanza su punto óptimo de elasticidad, se divide para poder trabajarla mejor y se añaden el resto de los ingredientes. Después, se separa en grandes bastones, con los que se forman a mano bolas de 600 gramos de peso. Y se moldean las roscas, que volverán a fermentar después en una cámara de reposo en las condiciones de humedad y temperatura adecuadas.
Antes del horneado, la masa se pinta con huevo líquido y se decora, según la tradición, con frutas confitadas de colores verdes y rojos, que simbolizan las piedras preciosas que adornaban las capas de los Reyes Magos.
Aquí, el Club del Gourmet de El Corte Inglés, innova con nuevas coberturas y decoraciones, en las que además de las frutas toman protagonismo el cacao o los frutos secos. Y cuando llega el momento del relleno –que se hace uno a uno–, cada artesano pastelero aporta su toque creativo. Esta Navidad ofrece texturas y sabores mejorados de los roscones de frutas, nata y nata al Pedro Ximénez y una nueva variedad de tiramisú, que incluye hasta cuatro elaboraciones diferentes. Imposible resistirse a probar cada una de ellas. Y, aunque este bizcocho con sorpresa sigue fi el a la receta tradicional, en el departamento de I+D del Obrador del Club del Gourmet de El Corte Inglés trabajan cada año para sorprender con rellenos y coberturas. Detrás de cada una de las variedades que estas fiestas llegarán a nuestras mesas hay meses de pruebas “con nuevos sabores, texturas, decoraciones más barrocas o minimalistas… y analizando cómo se comportan los ingredientes con el paso de los días”, explica María Gómez Ortuño, responsable de I+D del Obrador. El objetivo es la mejora de un producto que es un regalo para la vista y el paladar, insuperable en sabor y calidad, como podrán comprobar quienes se acerquen al Club del Gourmet de El Corte Inglés.
Esta Navidad nuestros reposteros han añadido al típico Roscón de frutas un crujiente de azúcar húmedo con palitos de almendra, que se suma a las frutas escarchadas de primerísima calidad que sirven de decoración: higo, pera, cereza y naranja confitada Agrimontana, una especialidad italiana con un sabor extraordinario.
El intenso aroma de la vainilla de Madagascar, de la que dicen es la mejor del mundo, se hace notar en el Roscón de nata. Este ingrediente es una de las sorpresas de esta variedad, rellena de nata y decorada con una nueva cobertura de almendra, frutos secos y azúcar glas. Innovación también para el Roscón de nata al Pedro Ximénez, que ahora ha intensificado el sabor de este particular vino dulce y se remata con una costra de frutos secos. Y llegamos a la gran novedad de este año, el Roscón de tiramisú, una forma original de llevar este típico dulce italiano a la mesa.
Va calado en un jarabe de extracto de café y fusiona diferentes texturas: un crujiente de chocolate negro con almendra, una intensa mousse de chocolate al 54% y naranja, auténtico queso mascarpone con yemas y azúcar... Todo ello salpicado con trocitos de naranja escarchada, cacao puro espolvoreado y almendra. Una tentación a la que nadie podrá resistirse.
No hay Navidad completa sin roscón de Reyes y, aunque los rellenos y las decoraciones cambien cada año, sigue inalterada la tradición de esconder en el interior del bollo una sorpresa en forma de figurita o haba, práctica que se remonta al origen de este dulce, en la época romana, aunque en España fue el rey Felipe V quien introdujo la costumbre. Y, ya saben, antes de proceder a degustar el exquisito roscón, conviene conocer qué le ocurrirá al comensal que descubra dónde está la sorpresa escondida:
“He aquí el roscón de Reyes,
tradición de un gran banquete,
en el cual hay dos sorpresas
para los que tengan suerte.
En él hay, muy bien ocultas,
un haba y una figura:
el que lo vaya a cortar,
hágalo sin travesuras.
Quien en la boca se encuentre
una cosa un tanto dura,
a lo peor es un haba
o a lo mejor, la figura.
Si es el haba lo encontrado
este postre pagarás,
más si ello es la figura,
coronado y Rey serás”.
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