El vino es un ser vivo que evoluciona constantemente a lo largo de toda su vida. Para conservarlo en un estado óptimo necesita unas condiciones mínimas que lo protejan y garanticen su estabilidad. Éstas son: Oscuridad: A menos luz, vida más...
El vino es un ser vivo que evoluciona constantemente a lo largo de toda su vida. Para conservarlo en un estado óptimo necesita unas condiciones mínimas que lo protejan y garanticen su estabilidad. Éstas son:
Oscuridad: A menos luz, vida más prolongada-
Temperatura: Debe ser baja y constante. A unos 12º C para que su evolución sea lenta y sin cambios que pudieran producir contracciones en el corcho y la consiguiente entrada de aire en la botella.
Aislamiento: Para evitar las vibraciones que provocarían la agitación del vino y su envejecimiento prematuro.
Conseguir todos estos requisitos en una casa puede ser algo complicado. La opción más recomendada son las “vinotecas”, muebles que reproducen estas condiciones e incluso diferencian niveles de temperatura para conservar en condiciones idóneas diferentes tipos de vinos.