Ensalada de champiñones y salchichas

Retirar la parte terrosa de los champiñones, pasarles un paño húmedo si no están muy sucios y retirar los tallos. Triturar los granos de pimienta. Calentar la mitad del aceite en una sartén y rehogar la escalonia y los dientes de ajo picados, sin que cojan color, 4 minutos. Agregar los granos de pimienta triturados y las cabezas de los champiñones. Saltear los champiñones a fuego vivo durante 2 minutos. Incorporar las salchichas cortadas en rodajas y mojar con el vino blanco. Sazonar con pimienta y sal. Continuar la cocción 2 minutos más. Retirar del fuego y dejar enfriar. Disponer las hojas de ensalada en una fuente honda. Repartir encima los champiñones y las salchichas. Mezclar, espolvorear con el perejil picado y rociar con aceite y con el jugo de la cocción de los champiñones y las salchichas. 

Con sello de identidad
La ensalada alemana original se hace con patatas cocidas, salchichas de Frankfurt -sólo de carne de cerdo-, pepinillos pequeños, cebolleta, mayonesa, mostaza de Dijon y sal. No se sabe si procede realmente de Alemania, pero se bautizó así por los productos que la componen (pepinillo -los alemanes son grandes consumidores de este encurtido- y salchicha.

Un poco de historia
Hace 3.500 años, los babilonios comenzaron a embutir carne de cerdo o ternera especiada en los intestinos de animales, como la oveja. Nacieron así las salchichas. En la zona mediterránea eran prietas y de piel más gruesa. En Alemania, una salchicha de carne más blanda y piel fina y curvada tuvo tanto éxito que, en 1852, la bautizaron con el nombre de la ciudad en la que se creó: Frankfurt.

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