Si dicen que la primera impresión es la que cuenta, aquí te mostramos unas ideas para que tu mesa de fiesta merezca el aplauso de tus invitados desde el primer momento. Los entrantes que te presentamos serán tu mejor carta de presentación de la velada que va a comenzar.
Si dicen que la primera impresión es la que cuenta, aquí te mostramos unas ideas para que tu mesa de fiesta merezca el aplauso de tus invitados desde el primer momento. Los entrantes que te presentamos serán tu mejor carta de presentación de la velada que va a comenzar.
El salmón es un pescado azul que desarrolla una musculatura y una capa de grasa protectora que hace de su carne todo un tesoro submarino. En las costas noruega o escocesa, la pesca del salmón es todo un acontecimiento social, que revitaliza esas zonas. La técnica de ahumar el pescado para conservarlo más tiempo tiene más de mil años. El humo de las mejores maderas nobles le añade un sabor y un aroma sublimes al salmón. Pruébalo en finas lonchas o como base de deliciosos canapés.
El foie gras (“hígado graso” en francés) es un alimento mucho más antiguo de lo que en un principio se podría pensar, pues hace 3.000 años, en el antiguo Egipto, ya se embuchaba el hígado de las ocas para crear un manjar muy apreciado por los faraones. La técnica fue evolucionando a través de las distintas civilizaciones hasta llegar a nuestros días, donde el foie, en sus distintas variedades, sigue siendo todo un manjar. Muy apreciado en la tradición culinaria francesa, podemos encontrar foie de oca, pato o incluso ganso, aunque es mucho menos habitual. Según su porcentaje de hígado (de más a menos), podemos distinguir entre foie fresco, foie gras en conserva, foie gras mi-cuit (“semicocido”), bloc de foie gras con o sin trozos, parfait de foie y mousse de foie gras. Por sí solo es toda una delicia, pero también es habitual encontrarlo como relleno de aves como pavitas, pulardas y capones.
En España sabemos mucho de quesos, ya que somos una “gran potencia” mundial. Preparar una tabla de quesos ofrece casi infinitas posibilidades. Por eso, vamos a centrarnos en los quesos de oveja, de los que en nuestro país tenemos auténticas maravillas. La leche de oveja contiene más proteínas y materia grasa que la leche de vaca. Así, su sabor es más intenso, con un punto ácido picante, y su textura es cremosa, aunque va perdiendo humedad según se madura. Precisamente, cuanto mayor sea el tiempo de maduración de los quesos de oveja, más se consolidan la textura y el color, y los aromas y sabores se multiplican. Si eres amante de los quesos intensos, en nuestras mesas de fiesta hemos apostado por quesos curados (de 45 a 105 días de maduración), quesos viejos (de 100 a 180) y quesos añejos (más de 270 días). Tampoco te pierdas la increíble combinación de un queso de oveja con trufa.
Servir unas bandejas de delicioso marisco es muy sencillo. Apuesta por las mejores firmas de mariscos ultracongelados y aprovéchate de todas sus ventajas y beneficios, como la comodidad y la seguridad de disponer del mejor marisco siempre que lo necesites. Carabineros, gambones o langostinos brillarán con luz propia en tu mesa y aportarán ese sabor y aroma a mar que los hace irresistibles.
Un plato de jamón ibérico 100% raza ibérica, una cazuelita de la gula del Norte, unos espárragos con Denominación de Origen “Espárrago de Navarra”, tus salsas y panes favoritos, frutas y verduras para mezclar sabores, y ese vino que estabas guardando para una ocasión especial. La ocasión ha llegado; el momento es ahora. ¡Feliz Navidad!
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