Pelar los dientes de ajo. Raspar las zanahorias y cortarlas en rodajas. Pelar y trocear la cebolla. Limpiar el apio y cortarlo en rodajas. Trocear el conejo. Dorarlo en una cacerola con el aceite caliente. Retirar y, en el mismo aceite, rehogar durante 5 minutos el ajo, las zanahorias, la cebolla, el apio, el tomillo, el perejil, las hojas de laurel y los granos de pimienta. Volver a incorporar los trozos de conejo y mojar con el vino blanco y el vinagre. Tapar la cacerola y cocer durante 10 minutos. Añadir el agua necesaria para cubrir la carne. Continuar la cocción durante 50 minutos a fuego suave. Retirar del fuego y dejar enfriar. Pasar a un recipiente de cristal y meter en la nevera durante 6 horas. Servir el conejo con el escabeche y las verduras.
Carne saludable
La carne de conejo aporta muy pocas calorías, sin embargo, tiene un alto contenido en proteínas. Es muy sabrosa y además económica, por lo que es muy apreciada en la mesa. En los últimos años el conejo de monte se está sustituyendo por el de granja, que puede consumirse todo el año y, aunque tiene un poco más de grasa, su sabor es más suave y su carne más blanda.
Laurel para todo
Símbolo de triunfo y valor, cuando lo usamos para la cocina, especialmente para carnes de caza, legumbres y verduras, acentúa los sabores y los unifica. Sus hojas y flores se emplean en la medicina tradicional, bien sea en tisanas, baños de vapor para catarros o problemas digestivos, o bien con cataplasmas y friegas para reumatismos e inflamaciones musculares.
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