Las vacas del Valle del Pas tienen la mitad de la ‘culpa’ de que los Sobaos Pasiegos El Andral tengan un sabor particular. La otra mitad la tiene la receta familiar con que se elaboran.
Siempre les han importado mucho sus vacas a la gente de El Andral, una empresa familiar que toma su nombre del barrio donde se encuentra, en Selaya (Cantabria). Durante muchos años, la granja había vivido de su leche. Los sobaos quedaban para consumo propio, a pesar de la fama que tenían entre los vecinos. Cuando el precio de la leche bajó, la oferta se amplió. “Nos reconvertimos en granja ecológica y pusimos a la venta sobaos ecológicos y quesadas”, explica Alicia Sainz, alma máter de este proyecto, que ha puesto en marcha junto a sus hijos, Manuel, José Ángel, Jesús y Alejandro. La inspirada decisión parte, pues, de las recetas tradicionales que han pasado de madres a hijos durante generaciones. Se elaboran con ingredientes naturales y de primera. Por eso tienen un sabor único, gracias a su ingrediente principal: su leche. Hablamos de un producto de excelente calidad, como lo es la hierba fresca de los pastos de Cantabria. “Es esta hierba que nosotros llamamos verde. Nuestras vacas pacen y pacen tranquilas y felices en ella, para darnos esta leche deliciosa”, añade Alicia con orgullo, recalcando una vez más la importancia que para ella tiene un entorno que a esta familia se lo ha dado todo. “Porque nos importa nuestra tierra, utilizamos en nuestros sobaos pasiegos y quesadas envases biodegradables, plástico vegetal y cartón de bosques sostenibles”. Una vez probados y confirmado ese sabor tan especial y mantecoso que solo dan los productos hechos con mimo, solo queda una duda doméstica: ¿Cuál es la mejor forma de tomar un sobao? “De siempre por aquí se han tomado con leche o café, para desayunar o en la merienda, pero a veces también sirve como base para tartas. Salen deliciosas con ese sabor tan especial de la mantequilla”.
Como era de esperar, la fama de los sobaos de El Andral ha llegado hasta la alta restauración. Son varios los restaurantes de Cantabria que han recurrido a ellos e incluso se han lanzado a elaborar recetas saladas (quedan fantásticos con unas anchoas de Santoña, por ejemplo). “Algunos establecimientos de Madrid con corazón cántabro también nos los han pedido”, apunta la jefa de todo esto. Y es que, si de algo van sobrados estos sobaos, es de corazón. Corazón pasiego, eso sí.
Habla ahora…