Con una materia prima excepcional, como son los espárragos de Navarra, se consiguen conservas de alta calidad. Aparte de por su sabor puro, con ligero amargor, y su textura cremosa, estas conservas destacan por su facilidad para adaptarse a infinitas recetas, desde las más sencillas –con mahonesa o vinagreta están espectaculares, así como envueltos en salmón ahumado o jamón– hasta las más complejas, como una tarta carlota recubierta de yemas. Imprescindibles en la despensa para agasajar invitados o preparar una cena rápida y sana, los espárragos en conserva de El Corte Inglés son escogidos por su tersura, su impoluta blancura y su punta cerrada, tras un elaborado proceso productivo que se realiza bajo tierra, evitando el contacto con la luz del sol, y de manera totalmente artesanal.