La primavera es la época en la que se encuentran en su punto óptimo de consumo. Un exquisito manjar de la naturaleza al alcance de tu mano.
Verde, que te quiero. . .
A la hora de escoger los mejores ejemplares, hay que fijarse en que las puntas estén bien cerradas y compactas y que los tallos sean rectos y firmes. Ya en casa, la mejor forma de conservarlos es envolviendo el manojo en un trapo húmedo en el frigorífico. Apenas marcados en la plancha con un poco de aceite y sal, o maridados con verduras, carne o pasta. Fritos, en guisos, en revueltos e, incluso, asados. Este excepcional producto permite cientos de preparaciones.
Es técnico en nutrición y coach nutricional, especializada en alimentación saludable y en medicina integrativa.
Fuente de salud
Gracias a su fibra, esta verdura favorece la eliminación de radicales libres y células muertas potencialmente peligrosas para nuestro organismo. Tienen una gran carga de vitaminas del grupo C, A y K así como en ácido fólico, por lo que son perfectos para reducir el deterioro cognitivo, luchar contra la osteopenia y mejorar nuestro sistema imunitario. Además, pueden ayudar a combatir la retención de líquidos por su capacidad diurética.
MI CONSEJO
Los espárragos contienen unas sustancias llamadas saponinas que dificultan la absorción del hierro. Si tienes anemia debes consumirlos siempre cocidos para eliminar su efecto.
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