Estamos en tiempo de Cuaresma, una época en la que, según dicta la tradición, el bacalao, las legumbres y verduras se convierten en los grandes protagonistas. nos preparamos, gastronómicamente hablando, para la Semana Santa, que está a la vuelta de la esquina.
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El Miércoles de Ceniza, que marca el fin del Carnaval, da paso a cuarenta días hasta el Domingo de Resurrección, con el que acaba la Semana Santa. Esto es la Cuaresma, una época que tiene su origen en la religión cristiana y durante la que la gastronomía está marcada por la ausencia de carne y el predominio de otros manjares como el pescado, sobre todo bacalao, las legumbres, principalmente garbanzos, y las verduras, como las espinacas. Una costumbre culinaria que ha perdurado pero, junto a las recetas clásicas, hay otras opciones para salirse de lo habitual y refrescar los menús: por ejemplo, unos buñuelos de bacalao, una crema de guisantes o un bacalao dorado sobre lecho de espinacas.
Por su gran versatilidad para prepararlo de infinidad de maneras, el bacalao es el rey de los platos típicos de Cuaresma. Lo habitual es utilizar bacalao salado seco, pues se conserva en perfectas condiciones durante más tiempo. Eso sí, tendremos que desalarlo antes de prepararlo. Otra opción es optar por el bacalao desalado, que ya está listo para cocinar y en su punto de sal. En función de la receta, elegiremos el corte: los lomos son perfectos para hacer al pil-pil o en tomate; el desmigado queda ideal en croquetas, tortillas o pimientos rellenos; y las lágrimas están riquísimas en ensaladas
Para desalar el bacalao correctamente, primero tenemos que lavarlo en abundante agua fría y luego mantenerlo en un recipiente con agua durante al menos 48 horas para los trozos más gruesos, cambiándola cada 6/8 horas. es importante que el agua esté bien fría para evitar que el bacalao se abra.
Si hay una verdura que asociamos con el tiempo de Cuaresma, esa es la espinaca. Protagonista junto con los garbanzos del típico potaje de Semana Santa, una de las recetas que año tras año vuelve a aparecer en el menú de los viernes con motivo de esta festividad. Sin embargo, también hay sitio para otras verduras que pueden ayudarnos a hacer más variados nuestros platos y a animar las recetas de siempre con un toque nuevo. Acelgas, repollo, coliflor, guisantes, espárragos... ¡Aprovechémonos de la rica variedad de verduras que hay en estos meses para comer sano y variado!
La tradición de no comer carne los viernes de Cuaresma obligó a buscar un sustituto que fuera igualmente nutritivo. El pescado, sobre todo el bacalao, se convirtió en la mejor opción por su alto aporte de proteínas. Además, como cerca del 80% de este pescado es agua, apenas aporta materia grasa. Es fácil de digerir y muy sabroso. En el Supermercado de El Corte Inglés puedes encontrarlo en prácticos envases congelados de las mejores marcas, para tenerlo siempre a mano y utilizarlo en cualquier momento.
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