Auténtico flechazo
Ya a primera vista la fresa es una fruta que gusta. Estéticamente bella y apetecible, invita a comerla de un solo bocado. Una vez degustada, conquista por ese exquisito sabor dulce pero equilibrado. Sus propiedades también nos enamoran: aporta muy pocas calorías y su principal componente, después del agua, son los hidratos de carbono. Destaca su contenido de fibra, que ayuda a mejorar el tránsito intestinal, y de vitamina C, de gran acción antioxidante. Posee además un gran poder diurético que favorece la eliminación de líquidos.
Extiende la pasta brisa sobre una fuente de horno (dejando una parte para envolver la tarta sin cubrirla del todo) y hornéala ligeramente. Cubre la base con crema pastelera y las fresas laminadas. Añade un sirope del mismo sabor y cierra los extremos de la tarta con la pasta. Hornea hasta que la cubierta de masa quede dorada y crujiente y la fruta tierna y jugosa.
LAS FRESAS, BIEN LIMPIAS
Las fresas se comen tal cual, no hay que pelarlas. Lo más recomendable es lavarlas enteras y eliminar luego las hojas. Eso sí, no hay que tenerlas en agua mucho tiempo ya que perderían parte de sus nutrientes.
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