Poner la harina en un bol, hacer un hueco en el centro y echar los huevos, la mantequilla cortada a trocitos, el azúcar y la pizca de sal. Trabajar la masa hasta tener una bola lisa, poner en un recipiente y
reservar una hora en el frigorífico. Esparcir un poco de harina sobre la superficie, extender la masa y cortar en tiras rectangulares de 10 x 3 cm. Calentar aceite en una sartén y freír por tandas. Escurrir sobre papel absorbente y espolvorear con azúcar glas.
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