Una crujiente y dulce capa de caramelo envuelve un corazón salado en su interior. Los frutos secos garrapiñados son una explosión de sabores. Por eso son perfectos para tomar tanto en el aperitivo como en el postre. Te resultará imposible tomar uno sólo y querrás repetir.
En eso consiste precisamente el garrapiñado, en bañar un fruto seco en azúcar hecho caramelo. Es esta capa dulce la que le proporciona al fruto seco el color oscuro propio del azúcar tostado y esa inconfundible textura crujiente.
Aunque las más populares son las almendras garrapiñadas, en el Supermercado de El Corte Inglés también encuentras otras variedades caramelizadas, como cacahuetes o avellanas. Se presentan en prácticos envases sellados, de 200 gramos, para que los encuentres siempre en su punto.
Extra de energía
Los frutos secos se caracterizan por su alto contenido en proteínas, fibra y ácidos grasos insaturados, cuyo consumo contribuye a reducir el nivel de colesterol y triglicéridos en sangre. Al tomar almendras, cacahuetes o avellanas garrapiñadas obtenemos además un aporte extra de energía gracias a los hidratos de carbono que contiene el azúcar.
El aporte energético es similar en el caso de los cacahuetes y anacardos fritos con miel y las nueces praliné. Estas últimas se elaboran siguiendo una técnica muy similar al garrapiñado. El praliné es una especialidad de la gastronomía francesa que consiste en recubrir el fruto seco con un almíbar aromatizado y coloreado de diversas maneras.
Es en esa mezcla de sabores, entre lo dulce y lo salado, donde reside el éxito de las garrapiñadas, los frutos secos fritos con miel y las nueces praliné. Gracias a ello también pueden utilizarse en todo tipo de recetas, para elaborar los más suculentos postres o para acompañar, por ejemplo, ensaladas. Pero, sin duda, cuando más triunfan es a la hora del aperitivo o para picar a media tarde.
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