¿Ibérico o blanco? Esa es la cuestión. En lo que a jamón asado se refiere tenemos ambas opciones aunque, ¿por qué quedarse solo con una cuando las dos están buenísimas?
Para obtener el mejor producto es necesario partir de una materia prima excelente. Se seleccionan piezas de alta calidad, se les inyecta salmuera, se dejan macerar, se desecan ligeramente en horno y se ahuman con un proceso de fricción de haya alemana que les proporciona ese sabor tan especial. Finalmente, se cuecen con vapor de agua. Este proceso es el mismo para sus dos variedades. La principal diferencia entre ambas está en su origen, en la utilización de cerdos ibéricos o blancos. En la práctica, el jamón asado ibérico presenta una mayor infiltración de grasa y es de un rosado más intenso, mientras que el blanco tiene un sabor más suave y ligero.
En nuestras Charcuterías puedes pedir a nuestros profesionales el jamón asado ibérico partido en lascas, como corresponde a un producto de tan alta calidad. Jamón ibérico asado FRIAL.
Es la forma más habitual en la que puedes encontrar el jamón asado, tanto ibérico como blanco. Cortado en finas lonchas para potenciar esa textura tierna y suave. Jamón blanco tipo Praga LA PILA.
El jamón asado destaca porque apenas aporta calorías. Puedes preparar una rica y, a la vez, ligera tosta añadiéndole una base de hummus. Así consigues un bocado muy nutritivo y bajo en grasas.
Y recuerda que puedes disfrutar de todas las ventajas que te ofrece el Supermercado online de El Corte Inglés. Encuentra todos los ingredientes que necesitas en su gran selección de productos y marcas.
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