El cuidado de nuestros hijos en general es muy importante y por eso ofrecerles una alimentación adecuada y aportarles suficientes alimentos y nutrientes saludables también lo es porque, además, no todos lo son. Hay multitud de alimentos que ofrecemos diariamente a los más pequeños y que son perjudiciales para su salud. ¿Sabes cuáles son y qué otras alternativas puedes ofrecerles? Te lo contamos todo…
De lo que no podemos dudar es que en la medida de lo posible se deben respetar los gustos personales de cada uno de nosotros ya que existen, por suerte, muchas formas de alimentarse, aunque solamente una de nutrirse y de hacerlo adecuadamente. Además todos los alimentos, en función de su contenido en nutrientes, van a aportar calorías en mayor o menor grado.
Los alimentos indispensables en cada comida son los considerados como alimentos de consumo crudo y los que necesitan solo cocción para ser consumidos como verduras, semillas, frutas, cereales, tubérculos, pescado, huevo, leche y algunas carnes. Pero ¿es lo que consumen realmente? Sí, es cierto que en muchos de los hogares españoles sí siguen los más pequeños una alimentación adecuada entre el menú diario del colegio (si van a comedor) y lo que comen en casa. De hecho, se expone al menos en el mercado actual una distribución de alimentos que permiten al adulto comprar y al niño (o escolar) hacer una alimentación saludable. Sin embargo, existe una mala costumbre que además por desgracia con los años va creciendo cada vez más: el picoteo.
El picoteo se practica a cualquier hora y la base de alimentos que generalmente contiene son grasa, azúcar y sal en exceso. Se consumen zumos, dulces, pasteles, bollos, helados, etc. Un hábito que a lo único que va a contribuir, además, es a ese aumento de peso, a que este incorpore calorías vacías a su dieta y a que sea obeso. No obstante, también se ha de tener claro que no todos se alimentan como deberían hacerlo realmente. De hecho, y según un análisis de estudio de los hábitos alimentarios de los escolares, realizado hace algunos años revelaba lo siguiente:
-Elevado consumo en especial en forma de derivados lácteos, yogures, quesitos y postres lácteos.
-Consumo diario abusivo de carne de cerdo y embutidos, salchichas y hamburguesas.
-Escaso consumo de pescado.
-Consumo de huevo bajo tanto directo (tortillas y huevos fritos) como indirecto (flanes, natillas, bizcochos, etc.).
-Consumo elevado de patatas, especialmente las fritas.
-Escaso consumo de legumbres.
-Abuso de zumos de frutas.
-Cierta resistencia a las verduras y ensaladas.
-Consumo moderado de pan y consumo alto de panes especiales.
-Consumo abundante de pasta y pizzas.
-Consumo excesivo de dulces.
-Consumo elevado de refrescos.
No cabe duda de que existen determinados alimentos que no son saludables como los ultraprocesados. Disminuir su consumo es una medida urgente al menos en lo que respecta al control de los padecimientos crónicos y degenerativos relacionados con la manera de comer en el mundo. Pero ¿qué son exactamente? Pues bien, se definen como los productos industrializados con más aditivos y menos sustancias naturales. Estos, a su vez, conllevan una serie de riesgos para la salud humana con efectos contaminantes al ambiente.
Dentro de este grupo, es decir, dentro de los alimentos innecesarios o potencialmente peligrosos para la salud encontramos los fabricados con azúcares, sodio y grasas trans añadidas como embutidos, bebidas azucaradas, cereales (de caja), etc. Todos ellos son alimentos ultraprocesados que deberían evitarse en la medida de lo posible. Asimismo, cabe destacar también que el bacon, la carne enlatada, los productos precocinados, los snacks, la bollería industrial y galletas, el pan de molde blanco, las patatas fritas y similares, el maíz frito y los revueltos de fruto.
En los alternativos para algunas comidas del día tenemos los alimentos de fermentación simple como el pan, los yogures, los quesos y otras preparaciones caseras distintas. Pero ¿con qué podemos sustituir lo que más les suele gustar?
-La bollería industrial puede sustituirse por algún bizcocho casero que se puede controlar la cantidad de azúcar y también vigilando el tipo de grasas que se utilicen para elaborarlo.
-Los refrescos y zumos industriales podrían sustituirse perfectamente por una pieza de fruta original con toda su fibra y un vaso de agua o leche.
-Los precocinados que son normalmente pizzas, hamburguesas o perritos calientes pueden sustituirse por estos mismos, pero hechos en casa.
-Los cereales por cereales menos procesados como los copos de avena, las gachas o una rebanada de pan tostado.
-Y, por último, los aperitivos salados por frutos secos tostados al natural que son una opción mucho más sana y que aportan grasas saludables, vitaminas liposolubles y algunos minerales difíciles.
Según los expertos, el niño en la infancia debe consumir leche (al menos medio litro al día) y salvo prescripción médica tener en cuenta que esta no necesita ser descremada. Para sustituir un vaso de leche, por ejemplo, sí puede tomarse un yogur o una porción de queso; no es necesario tomar carne todos los días y conviene alternarla con pescado; hay que estimular el consumo de pescado sobre todo el pescado azul, la sardina, la caballa y el boquerón; y no consumir más de cuatro o cinco huevos a la semana. Asimismo, se debe también moderar el consumo de patatas (sobre todo fritas) para dar entrada a otras guarniciones de hortalizas y ensaladas y estimular el consumo de legumbres ricas en fibra dietética e insistir habitualmente en que tomen frutas, pero fruta natural.
También se debe acostumbrar a los más pequeños a consumir hortalizas y verduras como plato base y como guarnición carne, pescado y huevos; moderar la pasta y la pizza por otros platos como las legumbres, las verduras y las hortalizas que aporten mayor riqueza nutritiva; consumir arroz y trigo, pero que se alternen con verduras y hortalizas; y tomar dulces con moderación y los refrescos de manera ocasional ya que lo único que hacen es provocar inapetencia.
Normalmente el consumo de estas en la infancia es bastante más elevado de lo que debería serlo. Hay un consumo alto en forma de quesos grasos, mantequilla, margarinas y generalmente se utilizan en desayunos y meriendas y pasa igual con patés, pastas para untar, pan tipo sándwich y bollería diversa.
Hay que tener claro en este punto que la grasa es necesaria efectivamente para el organismo ya que estas van a aportar vitaminas liposolubles y ácidos grasos esenciales. Sin embargo, el consumo abusivo de estas provoca saciedad e impide, además, el consumo de otros alimentos más necesarios para el crecimiento y la salud del niño por lo que un control de la alimentación de los más pequeños adecuado nunca está de más. Hay que cuidar de ellos, pero también de su alimentación.
Y recuerda que puedes disfrutar de todas las ventajas que te ofrece el Supermercado online de El Corte Inglés. Encuentra todos los ingredientes que necesitas en su gran selección de productos y marcas.
Habla ahora…