Como todas las grandes ideas, parece sencilla. Rellenar higos usando trufa y licor y después recubrirlos con una fina capa de chocolate. De esta forma se elaboran los Rabitos Royale La Higuera, unos bombones muy especiales que desde Almoharín (Cáceres) llenan la boca de sabor a mediterráneo.
Almoharín (Cáceres) es una tierra de higueras. Esta población, de unos 2.000 habitantes, que allá por el siglo XIII Alfonso IX de León ganara a los musulmanes, es famosa por el cultivo de una variedad única de higos llamada “calabacita”. Es un fruto de pequeño calibre y piel delicada. Esta cualidad, junto a una temprana madurez, melosidad y dulzura, lo convierten en especialmente propicio para el mundo de la gastronomía.
Para quien quiera adentrarse en la historia debe recordar que la higuera es un árbol bíblico, cuyo origen hay que buscarlo en Asia Menor, y que se cultiva en toda la cuenca mediterránea. Su fruto, el higo, símbolo en la mitología clásica de abundancia y sabiduría, es uno de los más apreciados por todas las culturas mediterráneas debido a sus propiedades alimenticias. Y en la cocina del siglo XXI cada vez se halla más presente.
En este espacio, donde se mezclan la historia de Almoharín y uno de los alimentos que definen nuestra cultura, es en el que el matrimonio formado por Senador Valero y Felipa Nieva concibió una propuesta
única. El calendario marcaba 1989 y se les ocurrió que sería una buena idea combinar el higo seco con el chocolate. Era algo tan sencillo como innovador. Un dulce maridaje que poco tiempo después patentarían, convirtiéndose en los pioneros de una perfecta combinación de sabores que ya ha dado la vuelta al mundo. De esta manera se daba forma defi nitiva a la unión de estos dos productos. Este “compromiso” lo llamaron Rabitos Royale y a la empresa que los alberga: Productos La Higuera.
COMBINAR EL HIGO SECO CON EL CHOCOLATE ERA ALGO TAN SENCILLO COMO INNOVADOR. UN DULCE MARIDAJE
Trascurridos los años, al frente de la compañía familiar están Senador y Raquel Valero, hijos de los fundadores. Durante tres décadas han ido, poco a poco, incorporando mejoras en los procesos de fabricación y organización. Eso sí, algunos desempeños se han mantenido igual desde el principio. Por ejemplo, el proceso de maduración y secado del fruto ocurre en el propio árbol. Una vez recogidos es cuando se trasladan a las instalaciones de Productos La Higuera. Allí tiene lugar la elaboración del bombón de higo.
Se seleccionan los mejores higos del Mediterráneo, tanto por calidad como por tamaño. Después, uno a uno, y de forma manual, se rellenan con una crema de trufa y licor y, posteriormente, se recubren de chocolate en forma de fina capa. Una experiencia absolutamente artesanal que adopta diferentes presentaciones. El Club del Gourmet en El Corte Inglés lleva al cliente cajas de ocho bombones cubiertos de chocolate.
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