Los manteles amplios, colgantes (a 30 cm el suelo) y de una sola pieza, favorecen la estética de la mesa dotándola de un aire distinguido y elegante. En cuanto al color, son preferibles los colores crudos o el blanco. Un consejo muy importante: coloca una tela gruesa y mullida sobre la mesa antes de colocar el mantel, para así amortiguar el ruido de los platos y proteger el barniz del mueble.
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