Terre Exotique lleva más de 15 años transformando los platos de casa y de la alta cocina con un sencillo pellizco. El que deja las mejores sales del mundo, las hierbas más aromáticas o los condimentos más preciados.
Hay cazadores que no utilizan armas. Ni siquiera van pertrechados con una cámara de fotos. Son unos seres humanos diferentes. Su presa son los sabores y las esencias. Erwann de Kerros es un bretón con corazón africano que pertenece a ese especial círculo de personas.
Como en todo viaje, hay un comienzo. En este caso nos traslada a una plantación de pimienta en Penja (Camerún). Ese fue el primero reto de Kerros. Durante cuatro años desempeñó el cargo de director de esas fértiles tierras y plantas. Fue la semilla que le llevó, a su vuelta a Francia, a crear la marca Terre Exotique. Un mapamundi de especias y sabores.
Desde entonces, hará 15 años, este emprendedor galo y su equipo no han dejado de buscar y hallar. Su objetivo: transformar, con un solo pellizco, ya sea de sal, de pimienta o de hierbas, un plato entero. Convertirlo en un manjar. Un sencillo gesto que cambia la cocina. Especias clásicas y exóticas junto a aliños de la mayor calidad.
Hablamos de productos para viajar y descubrir civilizaciones. Una manera de llamar a la puerta y franquear la entrada a un vibrante universo culinario. ¿Cómo? A través de la pimienta de Penja, sales del mundo, aceites vírgenes y aromatizados, hierbas salvajes, vainillas, canelas, mostazas, condimentos, habas de Tonka, colorantes naturales, chutneys y azúcares.
Aquí van algunos ejemplos de esa geografía del sabor y del aroma que se puede visitar con Terre Exotique. De Madagascar, la Flor de sal. Blanca y pura. Es el fruto de un delicado trabajo artesanal, que consigue extraerle el máximo partido a las particulares condiciones de la isla africana. Sol a raudales, mar y viento. Ahora bien, si nos acercamos un poco veremos que esta sal procede de un rincón del paraíso: la zona sur; lejos de cualquier atisbo de polución. Una variante ideal, por ejemplo, para aportar un aire distinto a un plato de tagliatelle.
Sigamos viaje. Ahora hasta las tierras del Camerún. Allí hay que hacer parada en la Pimienta de Penja, que alberga un sabor y un carácter excepcional. Por eso se puede usar a diario, al término de la cocción o bien como toque final. Pues bien, crucemos mares y desembarquemos en Canadá. De ese país procede la Mezcla del trampero. Cebolla, ajo, pimiento rojo, pimienta, cilantro y aceite. Perfecta para perfumar el salmón a la plancha. Y, para el postre, el azúcar muscovado, delicioso ya sea con queso fresco o acompañando un yogur. Todas son especias y mezclas con los que la cocina del cliente del Club Gourmet en El Corte Inglés podrá viajar lejos de casa y cerca de los mejores fogones. ¿Sacamos billete?
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