Descubre un menú lleno de sabores frescos y nutritivos. Esta semana destacamos las cremas de otoño, cálidas, deliciosas y repletas de ingredientes que fortalecen el sistema inmunológico.
Con los primeros fríos, necesitas reforzar el sistema inmunológico; la naturaleza es sabia y son los alimentos que mejoran tus defensas los que llenan los mercados. Es el caso de la calabaza, las setas, el boniato, los puerros, la coliflor o las castañas. Servirlas en forma de cremas es una de las mejores maneras de disfrutar de estas hortalizas sin perder prácticamente sus vitaminas y minerales. Lo mejor es que se pueden aderezar de muchas maneras y así nunca aburrirte de ellas. Por ejemplo, puedes incorporar manzana o pera, que aportan un contraste dulce y refrescante. También hierbas como el tomillo, romero o cilantro fresco que elevan los sabores y enriquecen las cremas de otoño con antioxidantes. Si agregas un poco de queso o leche de coco al final, tendrás una textura más cremosa y suave.
Te proponemos un menú semanal día a día tan saludable y equilibrado como sabroso. Sigue nuestros consejos y recetas y la organización y planificación de tus comidas serán mucho más fáciles.
Tostada de pan de espelta con aceite de oliva virgen extra y aguacate
Café o infusión
Mandarina
Quesito 0%
Yogur natural con granada y nueces
Café o infusión
Aceitunas negras
Filetes de merluza en salsa de zanahoria
Vaso de zumo de tomate
Ensalada de patatas con bacalao confitado y pimientos asados
Batido de pera, avena y jengibre
Café o infusión
Yogur líquido sabor tropical
Lascas de salmón ahumado con colines
Bol de kéfir con dados de mango
Café o infusión
Plátano
Leche de soja con una deliciosa tradición
Café o infusión
Zumo de naranja
Brochetas de pollo teriyaki con wok de verduras
Castañas asadas
Pasa wasa con queso azul y cherry
Café o infusión
Galleta integral de cacao
Mini bocadillo integral de jamón ibérico
Café o infusión
Onza de chocolate negro
El lenguado es un pescado plano que cambia su color según el fondo marino en el que se camufla. Aunque se puede encontrar fresco durante todo el año, es especialmente sabroso en esta época. Su carne magra y delicada se adapta bien a preparaciones sencillas que facilitan el llevarlo a tu mesa diaria. Al horno, a la plancha o a la meunière, donde se cocina con mantequilla y limón, son las técnicas que mejor le van. Unos trucos para comprarlo en su punto es comprobar que su piel es húmeda y brillante y que la carne está firme al tacto, sin hundirse cuando la presionas.
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