Descubre un menú lleno de sabores frescos y nutritivos. Esta semana destacamos la rúcula. Con su característico sabor fresco y ligeramente picante, es ideal para ensaladas, tostas o platos ligeros.
La rúcula, originaria del Mediterráneo, es mucho más que una simple hoja verde: su sabor ligeramente picante y su aroma distintivo la convierten en un ingrediente único. En la cocina, es ideal para ensaladas frescas, combinada con frutas como peras o fresas, frutos secos y quesos curados o de cabra, creando contrastes deliciosos. Debe incorporarse justo antes de servir en recetas calientes para conservar su textura y sabor. Rica en antioxidantes y vitaminas, es un básico que no solo enriquece el paladar, sino también la dieta.
Te proponemos un menú semanal día a día tan saludable y equilibrado como sabroso. Sigue nuestros consejos y recetas y la organización y planificación de tus comidas serán mucho más fáciles.
Bagel integral con queso crema y salmón ahumado
Café o infusión
Mandarina
Yogur desnatado con muesli y manzana rallada
Café o infusión
Pera
Galletitas saladas con pepinillos
Berenjenas en rodajas al horno con tomate natural triturado y queso emmental rallado gratinado
Queso cottage con miel y pasas
Café o infusión
Rodajas de kiwi espolvoreadas con cacao
Lubina a la plancha con salsa de vino
Lascas de cecina con colines
Galletas digestive untadas con mermelada light
Café o infusión
Plátano
Pan con tomate y jamón serrano
Café o infusión
Bol de mango con almendra laminada
Risotto cremoso de queso de cabra y espárragos verdes
Porción de turrón sin azúcar
Tortitas de arroz inflado con jamón york
Café o infusión
Manzana
Café o infusión
Ossobuco en reducción de Pedro Ximénez
Lata de berberechos con zumo de limón
Tosta de pan de hogaza tostado con brandada de bacalao a la pimienta
La necesidad de conservar el bacalao durante meses dio origen a su salazón, un método nacido en el norte de Europa que ganó enorme popularidad en España y Portugal. Hoy, en nuestro país, el bacalao salado y desalado protagoniza platos emblemáticos de nuestra gastronomía, como el bacalao al pil-pil o a la vizcaína. Antes de cocinarlo, se desala sumergiéndolo en agua fría 24-48 horas, cambiando el agua varias veces. Y así, adquiere una textura más firme y un sabor concentrado respecto al fresco, para muchos chefs, más indicado para guisos, frituras o ensaladas.
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