La Navidad es época de reunirse en torno a la mesa, y un buen anfitrión siempre trata de cuidar al máximo los detalles. Por eso, además de una mesa bien vestida con la cubertería y cristalería adecuada, en ocasiones especiales como la Navidad, suele añadirse elementos decorativos a la mesa.
Lo principal a la hora de elegir los elementos decorativos es que no molesten a los comensales, que sean discretos y sumen elegancia sin convertirse en protagonistas ni suponer barreras de comunicación.
A continuación, comentaremos alguno de los requisitos de un buen centro de mesa:
Han de ser discretos y en la medida de lo posible, trataremos de evitar flores naturales que puedan manchar o incluso molestar si son muy olorosas.
El tamaño, para ser adecuado, no debería superar el 15% del total de la mesa, por ejemplo, para una mesa de dos metros, un centro de 40 cm sería perfecto.
La forma también suele adaptarse a la de la mesa, una mesa redonda requeriría por tanto, un centro redondo.
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