Las reuniones navideñas suelen, por general, reunir a un gran número de personas en espacios que habitualmente están pensados para una única familia. Por eso hemos de tener en cuenta que es probable que generemos algo de ruido. Una vez sentados a la mesa, hemos de favorecer la conversación entre los invitados, por eso no es recomendable el uso de música ambiental estridente que obligue a levantar la voz a los presentes. Recordemos que el mayor mérito del buen anfitrión es conseguir que todos sus comensales se sientan a gusto, por eso tampoco es aconsejable mantener encendida la televisión mientras comemos o cenamos, es preferible fomentar la comunicación.
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