Estirar el hojaldre sobre una superficie enharinada. Disponerlo en una placa y meterlo en el horno durante 8 min a 200ºC. Sacar y cortar 8 círculos de 10 cm de diámetro. Espolvorearlos con azúcar glas y volver a hornear a 250 ºC hasta que se caramelicen. Lavar las ciruelas, partirlas por la mitad, deshuesar y cortar en cuartos. Calentar en un cazo 1 cuch. de agua y 150 g de azúcar. Incorporar las ciruelas y continuar la cocción hasta confitar. Pelar las naranjas a lo vivo. Cortar la piel en juliana, escaldarla, escurrir y secar. Poner en un cazo el azúcar restante con 250 ml de agua, agregar la juliana de naranja y cocer hasta que esté transparente. Triturar las frambuesas con el azúcar. Disponer un redondel de hojaldre en un plato, cubrir con las ciruelas, regar con la salsa, tapar con otro hojaldre, distribuir algunas ciruelas y coronar con juliana de naranja.
Otras opciones
Elabora más cantidad de salsa de frambuesa (añade 2 cucharadas de zumo de naranja antes de triturar) y aprovéchala para sacar más partido a tus postres. Acompaña perfectamente helados y flanes y también algunos asados de carne. Igual de deliciosa resultará sobre una tostada en el desayuno. Al ser muy rica en fibra, ayuda al tránsito intestinal. También contiene vitamina C.
Una pequeña gran fruta
Las ciruelas rojas son las más recomendables a la hora de elaborar postres, ya que su sabor es más dulce que el de las verdes y las amarillas. Para aprovechar todas sus propiedades, se recomienda que no se les quite la piel. La ciruela tiene poderes antioxidantes y laxantes, controla el colesterol y actúa contra la retención de líquidos. Es una de las frutas recomendadas en dietas alimenticias.
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