Muffins de jamón y cebolla

Tamizar la harina junto con la levadura y la sal, la pimienta y el azúcar. Pelar la cebolla y picar finamente. Sofreír unos minutos en 2 cucharadas de aceite. Batir la mantequilla derretida con los huevos y la leche; añadir la cebolla picada y 100 g de jamón cortado en taquitos. Verter sobre la harina y mezclar todo con movimientos envolventes y suaves. Engrasar los moldes con el resto del aceite y rellenar con la preparación. Hornear durante 20 minutos a 180 ºC. Desmoldar y dejar entibiar sobre una rejilla. Decorar con el resto de trocitos de jamón. 

Consejo: Esta receta queda también deliciosa si le añadimos 100 g de queso curado o semicurado rallado y 1 cucharadita de orégano u otra hierba. 

Desayuno legendario
Las primeras recetas de muffins datan de principios del siglo XVIII en Inglaterra. Sus ingredientes originales eran las frutas secas, el chocolate y las especias; se tomaban, sobre todo, en el desayuno y a media tarde. El nombre deriva de moofin, que a su vez viene del francés moufflet, que significa pan suave.

Diferencias con las magdalenas
La base de las magdalenas y los muffins es la misma: mantequilla, harina, huevos, levadura química y azúcar, pero se diferencia en que a las primeras se añade más levadura (lo que las hace más esponjosas) y a los segundos se añade más mantequilla (son más consistentes) y, a veces, también nata y yogur.

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