Hervimos las patatas con piel hasta que estén tiernas. Las colamos, dejamos enfriar y pelamos. Las cortamos dándoles forma rectangular y reservamos.
Batimos el queso con la pasta de ají, el aceite y un poquito de sal hasta que esté cremoso. Vertemos un poco de esta salsa sobre cada patatita y coronamos con huevo duro rallado fino, trocitos de aceitunas y tiras finas de tomate seco.
null
Habla ahora…