El sabor dulce y lleno de matices de las picotas despierta en esta multitud de pasiones entre los que prefieren las frutas rojas. El final de la primavera y el verano es la mejor época para disfrutar de todas las propiedades de esta pequeña, pero muy tentadora, fruta.
Con el nombre picota se denomina a 4 variedades tradicionales de cereza propias del Valle del Jerte, y su característica más peculiar es que se desprenden del rabillo de forma natural en el momento de ser recogidas del árbol.
La "Ambrunés", de color rojo vinoso o púrpura, la "Pico Limón Negro" y "Pico Negro", de tonalidad púrpura-negro, y las anaranjadas, "Pico Colorado". Su demarcación geográfica incluye 26 localidades ubicadas en el Norte de Extremadura, que tienen la mayor concentración de cerezos de toda Europa; un enclave inigualable, con gran variedad de microclimas y agua. Maduran en el árbol entre mediados de junio y principios de agosto y se escogen a mano, una a una, con esmero.
Esta labor se realiza teniendo en cuenta la madurez del fruto y evitando siempre las horas de calor para que mantenga sufirmeza y punto óptimo. La selección se lleva a cabo en la misma parcela donde se recolectan y se eliminan los frutos defectuosos y de escaso color. Por eso, a las fruterías de El Corte Inglés llegan sólo los ejemplares de categoría extra y primera que destacan por ser tiernos, jugosos y con una piel tersa y brillante. Conviene conservarlas en el frigorífico a unos 2-4ºC, siempre dentro de las barquetas y con el film cerrado, para reducir su deshidratación y mantenerlas frescas con todo su sabor. Eso sí, una hora antes de su consumo deben sacarse para que alcancen los 12-14ºC, temperatura a la que se manifiestan todas sus virtudes. Aunque esta fruta resulta deliciosa cruda, se pueden preparar con ella desde los clásicos licores, aguardientes y dulces hasta helados, zumos e, incluso, salsas para acompañar carnes.
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