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Que no te la den con queso, te damos 8 trucos para elegir buen marisco

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Disfrutar de todo el sabor del marisco en casa es un auténtico placer, especialmente cuando se acercan fechas señalados. Ya hemos visto que además de ser una delicia es un alimento muy saludable y hemos aprendido algunas recetas. Pero, ¿sabes cómo comprar los mejores? Te damos 8 trucos para que no te equivoques y sepas cómo elegir buen marisco.


1. Tener en cuenta la temporada


Como sucede con cada producto gastronómico, el marisco también tiene su estacionalidad y ofrece una mayor calidad en los meses de temporada, aunque hoy en día el calendario es más flexible. El saber popular nos da una pista sobre cuál es la mejor época para comprar marisco: en aquellos meses que tienen una ‘r' en su nombre.


En general, los últimos meses del año son un gran momento para comprar y consumir marisco, ideal para las celebraciones navideñas que están por llegar. Una buena idea es adelantar su compra unas semanas para evitar las subidas de precio de última hora, y así tenerlo congelado en casa para cuando lo necesitemos.


2. ¿Fresco o congelado?


El marisco se puede encontrar en diferentes presentaciones: vivo y fresco, refrigerado o congelado, y podemos encontrarlo en crudo o ya cocido. En tu centro Hipercor podrás encontrar todos los formatos que necesites a tu disposición, para que puedas elegir el que más se adapte a tus necesidades.


En cualquier caso, el marisco siempre tiene que ser fresco, y para ello la primera pista nos la da su apariencia general. Un ejemplar, vivo o cocido, debe tener buen aspecto y sobre todo conservar el característico olor a mar que nos indica la frescura del producto.


3. Mariscos vivos


Las especies más habituales que podemos encontrar vivas son aquellas que resisten mejor fuera del agua, como la langosta, el bogavante, los cangrejos o el buey de mar. Los moluscos como almejas y mejillones deben cerrarse herméticamente al entrar en contacto con ellas.


Para asegurarnos de que son animales sanos y frescos podemos fijarnos en los ojos, que se mueven al tocarlos, y en la cola, que debe estar recogida. Desconfía de los ejemplares con la cola extendida.


4. Los caparazones, perfectos


Tanto en el caso del marisco vivo como refrigerado o congelado, el estado del caparazón es un identificativo muy claro de la calidad del producto, especialmente en especies grandes como langostas o bogavantes.


Comprueba que el animal conserva todas sus patas y las pinzas enteras, sin cortes o daños visibles. No te cortes en palpar el caparazón, tiene que ser duro, firme y consistente.


5. Cuanto más peso, mejor


No hay que dejarse engañar por el tamaño de un marisco, ya que podríamos encontrarnos en casa que debajo del caparazón en realidad hay poca carne. Lo mejor es guiarse por el peso, cogiendo el animal con las manos.


Un bogavante o un centollo de buen tamaño tiene que ofrecer un peso considerable en relación con su volumen. Esa una señal de que es un buen ejemplar, lleno y con abundante carne jugosa en su interior.


6. Hembras más sabrosas


En general se prefieren los animales hembras en las distintas especies de mariscos, ya que aunque no tienen por qué ser más grandes sí que ofrecen una carne más fina y rica en matices marinos, aunque otros prefieren los machos por tener un sabor más pronunciado.


En el caso de animales como el centollo o la nécora, además, las hembras ofrecen huevas y coral, delicias exquisitas combinadas con su carne que enriquecen aún más el plato. La centolla hembra tiene la tapa de la parte inferior del caparazón más ancha, y en el caso de las langostas se diferencian por tener tres uñas en las últimas patas.


7. Envases adecuados


Al comprar marisco congelado también es importante prestar atención al embalaje, ya sean bolsas o cajas. Hay que desconfiar de aquellos envases que no dejan ver su interior, pues conviene que podamos asegurarnos del estado del marisco que contienen.


Los recipientes rotos, rasgados, abiertos o con los bordes desgastados es mejor desecharlos. También evitaremos aquellos que tengan señales de escarcha o hielo en su interior, y siempre es mejor llevar un envase de los niveles inferiores del congelador.


8. Prestar atención al etiquetado


Al igual que haríamos al comprar otro alimento, los mariscos también tienen que exhibir un etiquetado adecuado. Tanto en marisco fresco como congelado, el consumidor tiene derecho a conocer la información básica sobre el producto.


Datos importantes a considerar son el nombre exacto de la especie, la zona de captura y su fecha, si ya ha sido previamente congelado, etc. Y si tenemos alguna duda siempre podemos consultar al personal experto de pescadería.


Siguiendo todos estos consejos y recomendaciones te asegurarás de comprar el mejor marisco para disfrutar en casa. Confía en la seguridad que te ofrece tu centro Hipercor y en la profesionalidad de su personal especializado, que te garantizan toda la calidad y el mejor servicio para que elijas el mejor producto.


Imagen | iheitlager

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