Regalar una caja de bombones es la forma más dulce y deliciosa de decir “te quiero”, ya sea a tu pareja o a algún amigo o familiar. Estas pequeñas joyas de chocolate son un irresistible objeto de deseo desde que en el siglo XVIII el pastelero del rey de Francia Luis XIV le preparó al monarca unas pequeñas frutas bañadas en chocolate. Cuenta la leyenda que el rey, al introducírselas en la boca, sólo pudo exclamar “bon, bon” (“bueno, bueno” en español), y así fue como sin querer puso nombre al que pasados los siglos sigue siendo el dulce más famoso del mundo, y todo un símbolo de lujo, buen gusto y elegancia.
Francia, Bélgica, Suiza, Italia, Alemania, Inglaterra, Estados Unidos, España... son quizás los principales países en los que la expansión de los bombones ha sido imparable. Porque hablamos de un claro caso de éxito universal. Regalar bombones significa en todo el planeta un mensaje universal de amor, buenos sentimientos... y deseo de compartir juntos uno de esos pequeños bocados de placer.
Lindt, Guylian, Ferrero Rocher, Nestlé, Raffaello, Mon Cheri… Encontrarás todas estas firmas y muchas más en nuestros centros. Y sólo con leer sus nombres nuestra mente no puede parar de pensar en ese insuperable momento de abrir una caja y elegir ese bombón que más nos gusta, llevárnoslo a la boca y disfrutar de un breve e intenso momento de felicidad.
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