La elegancia, sedosidad y delicadeza de los vinos de Dehesa de los Canónigos es lo que ha llevado a la bodega a estar en el palmarés de las más reconocidas de la Ribera del Duero.
Con casi 30 años de trayectoria vinícola, pero con una historia que se remonta a la mitad del siglo XIX, Dehesa de los Canónigos ha logrado gran fama nacional e internacional gracias a la labor que comenzó Luis Sanz y María Luz Cid y que hoy continúan sus hijos Iván, en la dirección y viticultura, y Belén, como enóloga. Solideo, el vino reserva de Dehesa de los Canónigos, es el vino más excepcional de la bodega, un guiño a sus orígenes. Un vino que sólo se elabora en las mejores añadas y procede de la parcela La Sagra Vieja, formada por cepas de más de 80 años plantadas en vaso sobre un suelo de cascajo, vestigio la presencia del río Duero en las inmediaciones de la finca. La complejidad de Solideo, aportada por la singularidad de las uvas con las que está elaborado –un coupage especial de 85% Tempranillo, 112% Cabernet y 3% Albillo– y por una cuidada crianza de 24 meses en barricas de roble americano y francés, unida a su gran capacidad para mejorar con el paso del tiempo, hacen que atesore un gran prestigio en las publicaciones especializadas.
La afamada revista inglesa Decanter en su última publicación otorgó 96 puntos medalla de oro a Solideo 2011 y la añada 2009 destacó con 94 puntos en La Guía de Vinos El País, mientras que en las reputadas publicaciones The Wine Advocate (Robert Parker) y Vinous obtuvo 92 puntos. En la actualidad, Solideo está posicionado en las mejores tiendas y restaurantes del mundo.
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