Pelamos las chalotas dejándolas enteras y en una sartén con un poco de mantequilla las doramos ligeramente, agregamos el caldo de ave, sal y azúcar, dejamos cocinar y reducimos para que se cocinen y se glaseen. Reservamos. Clarificamos la mantequilla para quedarnos con la parte grasa. Picamos romero y tomillo y lo añadimos al pan rallado, junto con ralladura de limón, sal y pimienta. Mezclamos. Cortamos la parte de la cola para usarla entera y cortamos a medallones el resto del solomillo para que nos quede todo del mismo tamaño y poder darles así la misma cocción. Pintamos con mantequilla el solomillo limpio de veta, solo por una cara y rebozamos en el pan rallado que hemos preparado y repetimos la operación para hacer una buena costra encima del solomillo. Colocamos el solomillo en una fuente de horno protegida con un papel de horno, añadimos un poco más de pan rallado encima, introducimos en el horno con el gratinador a máxima potencia unos 8-10 minutos, depende del punto de la carne que nos guste. Una vez el pan rallado haya gratinado y el solomillo esté al punto deseado, servimos en un plato acompañado de las chalotas glaseadas.
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