Solomillo Wellington

¡Menuda receta para triunfar! Riquísima, protagonista y sencilla. Con un buen producto podemos hacer maravillas como esta. En primer lugar, picamos la cebolla (o las chalotas) muy fina (brunoise) y la pochamos en una sartén con un buen chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Una vez pochada, añadimos los champiñones muy picaditos y cocinamos el conjunto a fuego bajo durante 20 minutos.
Mientras, marcamos el solomillo de ternera para sellar sus paredes y que al hornearlo no suelte todos sus jugos.
Para montar el solomillo Wellington, nos ayudamos de una lámina de papel de film que sea más larga que el solomillo. Sobre ella, disponemos las láminas de jamón serrano de tal forma que puedan “enrollar” el solomillo.
Pintamos el jamón serrano con la mostaza y echamos los champiñones pochados con la cebolla encima.
Disponemos el solomillo en el centro de estas capas y lo envolvemos con ellas, ayudándonos de papel de film.
Retiramos el papel de film y envolvemos el solomillo con la lámina de hojaldre hasta cerrarlo muy bien.
Si nos sobra hojaldre, podemos decorar el solomillo Wellington con algunas tiras. Lo pintamos con huevo batido y lo introducimos en el horno, PREVIAMENTE PRECALENTADO, a 200ºC durante 35 minutos.

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