Limpiar las barbas de los mejillones y poner las almejas en un bol con agua y sal. Pelar y picar la cebolla y los pimientos. Rallar los tomates descartando la piel y mezclarlos con el pimiento choricero. Echar un buen chorro de aceite de oliva en una cazuela y freír las gambas y las cigalas. Retirar y reservar (colar para eliminar restos como bigotes de marisco y recuperar el aceite).
Cortar el calamar en dados y saltearlo en la cazuela con el aceite de marisco. Retirar y reservar. Añadir el pimiento, la cebolla y el ajo; rehogar con una pizca de sal hasta que tomen color dorado.
Incorporar el tomate con el pimiento choricero, un chorrito de brandy, mezclar bien y dejar cocer unos minutos. Triturar los ingredientes de la picada. Calentar el caldo e incorporar unos cucharones a la cazuela, dejar cocer 5 minutos, retirar y triturar para dejarlo fino. Volver a la cazuela el triturado de tomate, añadir el resto del caldo y dejar que arranque a hervir. Añadimos el pescado -previamente cortado en trozos y salpimentado-, el calamar, las gambas y las cigalas. Dejar unos 8 minutos e incorporar los mejillones y las almejas bien escurridas. Echar la picada de almendras disuelta en un poquito de caldo o agua repartiéndola bien por toda la cazuela. Cocer unos 8 minutos más, dejar reposar fuera del fuego y servir.
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