Primero preparamos el relleno de fresas. Las cortamos en dos o tres trozos, añadimos el azúcar moreno y mezclamos bien. Dejamos reposar. Por otro lado, ponemos a precalentar el horno a 210° C. Mientras, mezclamos la harina, la levadura, el azúcar y la sal.
Añadimos la mantequilla cortada en trozos sin mezclarla demasiado e incorporamos la nata líquida para humedecer. Luego, extendemos la pasta con un rodillo pastelero y la cortamos en ocho rectángulos de unos 2 cm de espesor que colocamos sobre la placa del horno engrasada con mantequilla. Espolvoreamos con un poco de azúcar y dejamos hornear 12 minutos hasta que esté dorada. Cuando se enfríe, cortamos cada rectángulo en dos a lo largo. Colocamos las fresas entre las dos capas de galleta y vertemos por encima nata montada con vainilla. Decoramos cada porción con tres fresas. Ésta es la receta tradicional. La versión del Frenchy’s rompía la pasta, añadía los trozos a las fresas y servía el strawberry shortcake en una gran ensaladera que cubría de nata montada a la vainilla a la que añadía un dedo de whisky.
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