Criado a los pies del Timanfaya (Lanzarote), Malvasía Seco Bermejo es un vino blanco de gran complejidad aromática (limón, hierba seca y piel de melocotón) que procede de prensar en frío el fruto muy maduro. Pura delicia.
arde la tierra. Bueno, ardía. El 1 de septiembre de 1730 la tierra se abrió en Timanfaya (Lanzarote). El volcán escupió su manto de lava, rocas y cenizas con la mayor virulencia que se ha registrado nunca en las islas Canarias. Como resultado, las escorias, las arenas y los mares de lava quemaron y ocultaron valles fértiles, aldeas y lugares como Rodeo, Maretas, Mazo o Mancha Blanca. De pronto pareció que la vida hubiera desaparecido. Era un espejismo. Las tierras fértiles habían quedado enterradas bajo una capa de hasta cuatro metros de ceniza volcánica. Daba la impresión de que nada podía crecer ahí. Pero los agricultores descubrieron que en lo más profundo de los hoyos, cuando revelaban la tierra vegetal, arraigaban con una fuerza extraordinaria las plantas. Incluso las vides. De hecho las uvas adquirían, gracias a esa tierra tan única, un sabor dulce y sabroso. En esta inesperada Arcadia, la ceniza del volcán actuaba como una esponja, drenando el agua y evitando que se evaporara. Desde hace siglos se cultivan en estas condiciones tan especiales uvas como el listán negro, la moscatel o la malvasía volcánica. Precisamente la bodega Los Bermejos tiene en esta última uva uno de sus referentes. Con ella elabora un vino blanco (Malvasía Seco Bermejo) mediante el prensado directo en frío de frutos muy maduros de esta variedad, consiguiendo llevar a la botella toda la pureza y complejidad que los cultivos de Lanzarote aportan a la malvasía volcánica. Y si descorchamos una botella de Malvasía Seco Bermejo, ¿de qué nos habla? ¿Cómo nos mira? Pues veremos reflejos muy interesantes. Como un atractivo color amarillo verdoso y, a la vez, una gran complejidad aromática. Al comienzo es muy frutal, surgiendo, rápidamente, matices de limón y mango que dan paso a sutiles aromas florales. En la boca tiene un paso suave y glicérico entre recuerdos de cítricos, hierba seca y piel de melocotón. El final es largo. Una joya volcánica que ya está a disposición de los clientes del Club Gourmet en El Corte Inglés, junto al Malvasía Semidulce.
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