Leyenda viva

El 14 de abril de 1912 era una fecha especial en el Titanic. Los comedores estaban llenos de gente dispuesta a vivir una velada perfecta y disfrutar del esmerado menú que esa noche se podía degustar y de las bebidas que se servían en el barco. Una de ellas fue el champagne Henri Abelé. Fue la última cena de gala que se celebró en este legendario transatlántico. El grupo Freixenet, propietario de la firma desde 1985, ha presentado la cuvée Titanic, una edición especial limitada de 4.000 botellas, para conmemorar los 100 años del hundimiento del barco. El enólogo de Henri Abelé, Franck Nicaise, ha creado un champagne brut fresco, afrutado y elegante, que ha logrado con una selección de variedades clásicas Chardonnay y Pinot Noir junto con una pequeña aportación de Pinot Meunier. La firma ha elaborado además, para una subasta que realizó en enero la Fundación Titanic, 100 unidades especiales en un cofre en el que las botellas han sido numeradas y grabadas con el nombre de la persona que las adquirieron.